Benjamín Myers conducía, con Hope Williams sentada en el coche, observando cómo el paisaje exterior constantemente retrocedía. La sequedad en sus ojos significaba que las lágrimas nunca cayeron.
Luke y Willow eran listos, y si se daban cuenta, los dos pequeños empezarían a preocuparse de nuevo.
Hope Williams se calmó después de un rato. Aunque su ánimo seguía decaído, sus delicadas facciones habían recuperado su acostumbrada compostura, aunque la punta de su elegante nariz seguía levemente roja.
—Benjamín, lo siento por las molestias de hoy.
—¡Pequeña Hope! —Benjamín Myers giró la cabeza para mirarla—. Él es el padre de Luke y Willow, ¿no es así?
Hope Williams bajó la mirada y respondió con apatía, "Mhm, pero no es un padre calificado."
La mirada de Benjamín Myers se profundizó, manejando con una mano. Alcanzó una máscara de ojos de dibujos animados en el coche y se la entregó a Hope Williams.
Hope Williams parecía ligeramente desconcertada.