Esperanza Williams frunció el ceño y dejó la taza que sostenía, preparándose mentalmente para la actuación que Joy Ward estaba a punto de dar.
—Señorita Richardson, la Señorita Williams se cayó sola, ¿qué tiene eso que ver conmigo? ¿Por qué se desquitan conmigo? Me quedé amablemente para cuidar a la Señorita Williams, pero aún así soy difamada y maltratada por todos ustedes. Díganme, ¿ya no queda justicia? —Joy Ward yacía en el suelo, gritando con todas sus fuerzas, cuestionando de manera lastimosa. Las lágrimas corrían por su rostro, sus rasgos hinchados, visiblemente en extremo dolor, haciéndola parecer más inocente que nadie.
—¿Qué está pasando? —Waylon Lewis entró y se encontró con esta escena; sus ojos se estrecharon ligeramente, su voz fría y siniestramente sombría.