Vivia Fuller asintió con renuencia, una sonrisa escondida en su corazón.
Alitzel Williams le lanzó a Vivia una mirada despectiva. Qué descarada, pensó, su hijo ya está casado, y ella sigue aferrándose a él.
—Tía…
Alitzel Williams giró la cabeza y se alejó.
Al ser tratada fríamente por Alitzel Williams, Vivia miró a Christopher Lewis con lágrimas en los ojos.
—No te preocupes por ella, siempre es así —murmuró Cristóbal.
—La señorita Williams le ha dicho algunas cosas infundadas a la tía, y es comprensible que me haya malinterpretado —frunció los labios Vivia.
Christopher alzó las cejas.
Waylon Lewis despertó al día siguiente. Cuando abrió los ojos, murmuró:
—Hope Williams.
—Hermano Waylon, ¿estás despierto? —se acercó Vivia Fuller con una expresión de sorpresa en su rostro.
La profunda mirada de Waylon recorrió la habitación del hospital, pero no vio la figura que quería ver, y una fuerte sensación de decepción apareció en sus ojos.