—Entra y mira si te gusta, si no, podemos hacer que la gente lo cambie —dijo.
—Mamá, apúrate y entra —la cara llena de expectación de Luke miraba a Hope Williams, haciéndola un poco sospechosa.
Ella sentía que había algo extraño en ellos, pero Esperanza no podía precisar exactamente qué era.
Los tres parecían estar esperando ansiosamente que ella entrara, todos secretos y misteriosos.
A pesar de sus sospechas, Hope procedió a entrar.
Los sirvientes que estaban junto a la puerta la abrieron con rostros sonrientes, y cuando Hope entró, un aroma fragante la golpeó.
Las luces del interior no estaban encendidas, y la habitación estaba completamente a oscuras con todas las cortinas cerradas. La única luz provenía de las puertas dobles abiertas.
Y era este haz de luz que le permitía discernir la escena dentro.
Hope miró a su alrededor asombrada.
Al mismo tiempo, su anticipación seguía creciendo.