Alexander Knox retrocedió tambaleándose, su cuerpo chocando contra una mesa de vinos detrás de él.
Los sonidos de cristales rompiéndose captaron inmediatamente la atención de todos, incluida la de Aria Richardson.
Aria levantó la mirada para ver los brazos musculosos de Wyatt Lewis agarrando el cuello de Alexander.
Sin dudarlo, lanzó un puñetazo feroz. Aunque Alexander, como jefe de la Familia Knox, no carecía de habilidades marciales,
Wyatt, que recibía una paliza cada día, también era hábil, solo que nunca se atrevió a enfrentarse a Waylon Lewis.
Desconcertado por los golpes repentinos, el ya irritado ánimo de Alexander se encendió al instante. Agarrando el puño de Wyatt, los dos distinguidos hombres comenzaron a forcejear como bestias salvajes.
—¿Estás jodidamente enfermo? —preguntó Wyatt.
—¿Enfermo yo? ¿Qué eres tú, acosando a una mujer? —respondió Alexander.
Aria estaba aterrada y corrió hacia ellos, intentando separar a los dos hombres ebrios.