—¿Willow? —Hope Williams extendió la mano para tocar la mejilla de Willow, que no había notado antes que estaba enrojecida, y al tocar su frente, en efecto, estaba muy caliente.
Hope se volvió frenética, y también tocó la frente de Luke, que estaba igualmente a una temperatura anormal.
Ambos niños tenían fiebre, y era alta.
Hope se levantó y corrió afuera, llamando escaleras abajo:
—Waylon Lewis.
Waylon, que estaba sentado abajo, subió corriendo al escuchar el pánico en la llamada de Hope.
—¿Qué pasa? —preguntó con urgencia.
—Luke y Willow tienen fiebre —dijo Hope apresuradamente, extendiendo sus brazos para levantar a la más ligera, Willow.
Waylon dio pasos grandes hacia Luke, probó su temperatura con la mano, ¡y estaba ardiendo!
—Al hospital —frunció el ceño, se agachó y levantó a Luke con una mano y tomó a Willow de los brazos de Hope, luego corrió escaleras abajo.
—¿Qué les pasó al hermano y a la cuñada?