Vivia Fuller bajó la cabeza, emitió ráfagas de risa fría, como la de una lunática.
—¿Por qué he llegado a ser así, Esperanza Williams? Todo es por ti, esa maldita plaga. Si no fuera por ti, yo habría sido la que se casara con Waylon Lewis. Tu aparición lanzó mi vida entera al caos, la Familia Fuller cayó en declive, el Clan Fuller casi se fue a la bancarrota, mi abuelo fue encarcelado, Mia Fuller fue encarcelada... todo esto es culpa tuya. Si no fuera por ti, yo todavía sería la altiva y poderosa Señorita Fuller. Si no fuera por ti, todo habría sido diferente.
Esperanza Williams entrecerró los ojos.
—¿Entonces fui yo quien te obligó a molestarme una y otra vez? ¿Fui yo quien obligó a Walker Fuller a cometer crímenes? ¿O acaso obligué a Mia Fuller a secuestrar a mi hijo? ¿O tal vez fui yo quien te obligó a fingir ser tonta y difamarme? ¿No os habéis buscado todo esto vosotros mismos?
Vivia Fuller yacía en el suelo, riendo fríamente.