—Um, no pasó mucho, solo que me secuestraron.
—¿!? —exclamó sorprendida Aria Richardson.
—Querida, puedo imaginar tu expresión tranquila solo por estas pocas palabras que escribiste, así que debes estar bien. Tengo mucha curiosidad, ¿quién es tan atrevido como para secuestrar a la Joven Señora Lewis? —añadió Aria Richardson.
—Es una historia larga y no la puedo explicar en pocas palabras. Te lo contaré todo la próxima vez que nos veamos.
—Olvídate de la próxima vez, hagámoslo hoy, querida Esperanza, tengo otro favor que pedirte —dijo Aria Richardson.
—Estoy aquí esperando, dime de qué se trata.
—Se trata de la cita a ciegas que mi mamá organizó para mí y a la que no fui la última vez. Ella ha organizado otra y me está obligando a ir. ¿Puedes venir conmigo? Mejor amiga, dejaremos claro que los rechazamos y luego nos iremos. Además, podemos cenar juntas y charlar sobre el secuestro —explicó Aria Richardson.
—... —respondió Hope Williams.