Yang Fan habló con sinceridad; realmente no sabía.
Sin embargo, tanto Liu Sanleng como Xiao Nan parecían pensar que Yang Fan solo estaba poniendo excusas a propósito.
Al ver su reacción, Yang Fan se quedó sin palabras.
«¿Qué tan grande es este malentendido que tienen sobre mí...?», pensó.
Liu Sanleng miró a Xiao Nan y le guiñó un ojo sutilmente.
Xiao Nan se inclinó delicadamente hacia Yang Fan, casi medio cuerpo presionando sobre su hombro, revelando un profundo escote blanco como la nieve que parecía no tener fondo.
Y esto claramente era una muestra deliberada para Yang Fan.
—Señor Yang, piense en algo, por favor. Estoy aquí, lista para que me use cuando lo desee. En cuanto al tema del dinero, es completamente negociable. ¿Por qué no pone un precio? —susurró seductora Xiao Nan al oído de Yang Fan.
Yang Fan miró tranquilamente el escote sin fondo y dijo: