Yang Fan sintió un alivio, pero al mismo tiempo, su corazón se llenó de aún más inquietud.
Si no había nada malo, eso sería lo mejor.
Pero si había algo mal, podría ser un gran problema.
Liang Laoshi vio al fantasma femenino que apareció repentinamente detrás de él, pero no notó la energía fría en su cuerpo.
Si realmente había algo mal, solo significaba que ese tipo lo estaba escondiendo demasiado bien.
—Vamos, llévame al lugar donde encontraste esa cosa anoche —dijo Liang Laoshi mientras recogía sus cosas—. Aunque la mataste con un golpe de tu palo, el lugar donde existe un fantasma así seguramente estará lleno de un aura de maldad espesa. No es un lugar para que las personas normales se queden. Si permanecen demasiado tiempo, definitivamente habrá problemas.
Yang Fan recordó de repente que su cuñada le había dicho que Wei Juan no había estado actuando como ella misma últimamente y preguntó de inmediato:
—Señor, ¿qué clase de problemas podrían surgir?