—Se dice a menudo que las rencillas tienen su origen y las deudas tienen sus dueños. Creo que deberías buscar a quien te ha agraviado y guardar tus rencillas contra ellos, no contra mí. No tengo lazos con la Secto Tianji, y ni siquiera sé qué es Secto Tianji —dijo Yang Fan.
—No hemos tenido rencores pasados ni enemistades recientes. Sé que vine aquí para disfrutar y divertirme. Una vez terminado, me marcharé de aquí.
Antes, creía que este lugar era solo un fantasma no formado y estaba bastante seguro de que definitivamente podría aniquilarlo y resolver el problema.
Pero en este momento, después de ver a la mujer delante de él, Yang Fan abandonó instantáneamente todos esos pensamientos.
No tenía ni la menor oportunidad.
No la más mínima posibilidad de ganar; la fuerza de esta mujer era increíblemente grande, su poder insondable.
No era que su fantasma no estuviera formado, sino que estaba oculto de este mundo.