Capítulo 1: Riochiro

—Desde el punto de vista de Riochiro—

Parte 1

En la oscuridad más absoluta, yo respiraba, me arrepentía y lloraba. Con esta sensación mi cuello dejo de arder y empezó a ponerse frio junto con el resto de mi cuerpo, se sentía cálido de alguna forma. Luego de algunos minutos vi toda mi vida pasar frente a mí y poco a poco me di cuenta que toda la oscuridad de la lejanía no era un simple fondo, si no, mi vida misma.

Y así, empecé a recordar…

Sentí el sonido inquietante de la lluvia al caer sobre el suelo y el olor a tierra mojada, estos dos elementos combinados, me traían mucha nostalgia, si, esta sensación es igual a la de ese día, el día donde ocurrió "El Funeral de mi Padre."

 En ese tiempo todavía estábamos en guerra con el país vecino (EE. UU) A mi padre se le había asignado una importante misión de infiltración entre fronteras hacia la base enemiga, pero hubo un mal cálculo en la operación y todos los integrantes del pelotón fueron dados por muertos. Después de esto se le informo a cada familia sobre el incidente y se nos dio el lugar donde se había enterrado los supuestos restos de mi padre.

Me acuerdo que ese día estaba mirando con fijeza a hacia la su tumba, mientras sentía un llanto despavorido a mi izquierda, la persona de la que provenía el lloro era mi hermana menor, la cual gritaba de dolor con todas sus fuerzas mientras se agarraba fuertemente de las mangas de mi traje formal.

Esta reacción era normal de ella, nunca me trataba como un hermano mayor debido a que yo era más pequeño que ella, pero cada vez que se sentía triste o necesitaba un lugar donde refugiarse de los demás, me buscaba a mí y se agarraba de mi manga, de mi muñeca o simplemente había veces en que me abrazaba fuertemente.

A mi derecha se sentía otro llanto, el llanto de mi madre tratando de contener su dolor, trataba de ser fuerte y de contenerse cubriendo fuertemente su boca con su mano izquierda, pero era inútil, las lágrimas salían de sus ojos con insistencia y se mezclaban con las gotas de agua que bajaban lentamente por su rostro a tal punto de confundir sus propias lagrimas con la lluvia.

En medio de ellas dos estaba yo, era el único que no estaba llorando, pero al igual que ellas me sentía afligido y estaba a punto de romper en llanto. Pero no podía, se lo había prometido a papá.

"Prométeme que, aunque la situación lo implique nunca lloraras, Riochiro. Debes de ser fuerte por tu mamá y tu hermana, para que así puedas sacarlas a ellas dos hacia delante. Esto hijo mío, es una promesa entre hombres y esto por ningún motivo, se ha de romper."

Eso dijo antes de irse y poder verlo por última vez...

"Es como si hubieras sabido que te ibas a morir, no jodas, viejo"

Apreté mis puños y mis dientes, contuve mi llanto y simplemente temblé de frustración. El resto del día para mí fue así, afligiéndome, lamentando no poder llorar su muerte.

Parte 2

Los 3 meses que estuvimos de luto pasaron rápido y tanto mi hermana como yo, ya habíamos aceptado la realidad y habíamos podido salir adelante, mi madre parecía estar superándolo, pero cada noche, ella lloraba en su cuarto, sola.

Pero cuando paso el primer mes, ella pareció dejarlo atrás y dedicarse a cuidar de nosotros. Pudo conseguir un trabajo el cual le pagaba bien y le daba tiempo de atendernos, gracias a eso nunca sentimos que nos faltara una madre, aunque a veces hacia horas extra y regresaba un poco tarde, pero de alguna manera siempre pasaba tiempo con nosotros, Kyouka parecía muy feliz al respecto.

Ya solamente faltaban 1 mes para mi 9no cumpleaños, así que podría ir a la escuela, conocer personas y hacer amigos. Estaba muy ansioso y emocionado, debido a que no había podido conocer otras personas aparte de mi familia y sentía que podría cagar mi primera impresión. Pero aun así quería dar el paso.

"¡Animo, Takanashi Riochiro, tú puedes!"-Me daba de ánimos a mí mismo-

Aun así, era como si pasara una eternidad para que llegase el día y sentía que no estaba haciendo nada por la casa así que tome a mi hermana y juntos empezamos a estudiar. Después cuando llegaba la hora de la cena mi madre nos preparaba nuestros platillos favoritos, lo cual lo llevaba haciendo desde hace dos meses atrás y ya estábamos un poco artos de lo que era comer lo mismo todos los días.

Y el tiempo fue pasando hasta que por fin llego el día de mi cumpleaños.

-Kyouka, Riochiro, vengan a la cocina---

Mi madre nos dio un grito desde la concina la cual se encontraba ubicada en el primer piso, yo y mi hermana estábamos en mi habitación estudiando, o sea en el 2do piso, pero al escuchar los gritos de mi madre bajamos corriendo por las escaleras y doblamos directo a la concina.

-Feliz cumpleaños, Rio-Nii. -Dijo Kyouka de una manera cariñosa mientras se abalanzo hacia mí para darme un abrazo. -

-Feliz 9na primavera Rio-chan-Dijo mi madre, la cual estaba en la cocina sentada en la mesa donde estaba la tarta de cumpleaños-

-Gracias-Dije con felicidad. -

-Bien, si quieren siéntense y coman un pedazo de tarta en lo que hago la cena.

Después de escuchar esa frase mi hermana y yo nos miramos mutuamente, como si los dos pensáramos los mismo.

- ¿Que vas a preparar de cena? -Preguntamos a la misma vez. -

- ¿No es obvio? -Pregunto casualmente- Hoy les preparare vuestro favorito nuevamente.

Después de eso, mi hermana y yo nos miramos de nuevo y después de unos segundos mirándonos asentimos a la misma vez y nos dirigimos hacia nuestra madre

-Basta de nosotros-dijimos con decisión- es tu turno.

Agarramos a nuestra madre por el delantal y la arrastramos a la silla más cercana a nosotros e hicimos que se sentara.

- ¿Qué pasa? -Pregunto con cierta expresión de intriga-

-Hoy nosotros cocinaremos para ti-Dije mientras le colocaba el delantal a mi hermana-

- ¿Cuál es tu platillo favorito mami? -Pregunto mi hermana, con la dulzura de una niña pequeña-

-Niños, no creo que esto sea buena idea...-Replanteo con inseguridad-

-Solo déjanos cocinarte por este día, este es el deseo de tu hijo-Se lo dije en forma de súplica-

Mamá fija la mirada en el suelo y esbozo una sonrisa de inseguridad, después levanto la mirada hacia nosotros y su expresión paso a ser de alegría.

-Está bien, me gustaría comer karague, hace rato que no como nada de comida empanizada así que...

- ¡Marchando!

- ¡Manos a la obra, hermanito!

-Hermano mayor, Kyouka-chan-Rectifique-

-Como sea.

20 minutos después

 

Terminamos de cocinar demasiado rápido el karaague, o quizás era yo que me tomaba mi tiempo, en realidad no me acuerdo casi nada, eso ocurrió hace años, pero si me esfuerzo en recordar puedo vislumbrar la sonrisa de mi madre al probar el karaague, la felicidad de mi hermana al recibir una felicitación de mi madre y mi paz interior al verlas a ellas dos tan sonrientes y felices, ese recuerdo nunca se me va a borrar de la memoria.

-Está muy rico Rio-chan, Kyo-chan. Estoy tan feliz al ver que mis dos hijos son buenos cocineros. -dijo mi madre mientras masticaba el karaague con deleite-

-Jaja, creo que debería dedicarme a la cocina después de todo e incluso mi hermano podría estudiar conmigo y así ser un dúo de cocineros famosos

En la cara de mi querida hermanita se podía ver una obvia ilusión por lo que acababa de decir, pero, aunque soy bueno cocinando, me interesaban otras cosas. La cocina la tome como una ocupación casera, ya que es muy útil saber cocinar cuando uno vive solo.

-Quizás lo consideré para un futuro-dije de una manera condescendiente para no arruinar las ilusiones de Kyouka-

- ¡¿En serio?!

-Si, si, en serio.

-Promételo-dijo mientras sacaba su dedo meñique en dirección mía-

-No te puedo prometer algo en lo que no estoy decidido-dije con severidad fingida-

-Awwww...-Bajo su mirada desilusionada-

-Pero-irrumpí en su reacción-Podre estar contigo hasta que dejes de necesitarme.

- ¿De verdad? -Nuevamente volvió a subir la mirada con ojos brillantes- ¿Incluso si es para siempre?

-Si, te lo prometo, de no ser así, cometeré Seppuku

-Eso es algo...-Mi madre me miro con extrañeza-

-Y tu madre-dije de manera cortante- tu estarás con nosotros siempre ¿Verdad?

-Eh...-Desvió la mirada hacia el plato y empezó a juguetear con el tenedor de manera nerviosa-

-Madre, quiero que siempre estés a nuestro lado, porque siempre te necesitaremos.

Después de eso mi madre emitió un bramido de sorpresa, se quedó con la tendida hacia abajo por unos instantes y después levanto su cabeza hacia mí, en ese momento vi correr la lágrima de mi madre por sus rojas mejillas, pero esas no eran lágrimas de tristeza, sino de felicidad.

-Gracias, Riochiro-Me acaricio suavemente el pelo- También a ti Kyouka-le hizo lo mismo a Kyouka- Me quedare a su lado, hasta que ustedes puedan cuidarse solos, eso es lo que una madre hace-dijo cariñosamente-

Después de eso las lágrimas que corrían por la cara de mi madre fueron desapareciendo hasta que quedo una sola lagrima que bajó suavemente y se deslizo hacia mi pelo, desperdigando su humedad hasta desaparecer.

"Espero que esta sea la última vez que veo a mi madre llorar, no, esta será la última lagrima que derramara mi madre, me asegurare de hacerla más feliz que a cualquier otra persona"

-Buenos chicos-dijo mientras retiraba los brazos de alrededor mío y de Kyouka-Es hora de que se vallan a dormir, sobre todo tu Rio-chan, mañana será tu primer día de escuela así que tienes que estar descansado.

-Bien, entonces yo dormiré contigo hoy hermanito.

-Hermano Mayor-recalque-

-Lo que sea

Ambos volteamos hacia nuestra madre antes de ir hacia el corredor, nuestra madre nos devolvió la mirada, sonriendo. Al verla nosotros hicimos lo mismo.

-Hasta mañana, Mamá

-Hasta mañana, Mamá

Mencionamos yo y Kyouka a la misma vez.

-Hasta mañana Rio-chan, Kyo-chan.

Después de despedirnos, subimos rápidamente las escaleras y llegamos a mi habitación, donde yo y Kyouka discutimos en el cómo podríamos dormir más cómodos y llegamos a la conclusión de que mi hermana abrasaría mi cabeza, presionándola conta su pecho. Esto lo hicimos porque solo había una almohada y como yo era el más pequeño, pues mis pies no se saldrían de la cama si me corrijan un poco hacia abajo.

Parte 3

-Hermano ayuda!!!!!

Desperté bruscamente al escuchar el eco del grito de Kyouka, esos ecos que te despiertan de las pesadillas, o esos sueños extraños que uno alguna vez tiene y que nunca se acuerda, al principio pensé que era eso, pero de repente extendí mi mano para abrazar nuevamente a mi hermana, pero ella no estaba a mi lado, en ese momento me levante rápidamente, no me tome ni siquiera el tiempo de ponerme nuevamente los zapatos y rápidamente me desplacé por el corredor del 2do piso hacia las escaleras.

Al bajar mire hacia el frente y presencie un escenario devastador. Mi hermana yacía inconsciente en el suelo de la entrada y en la puerta había dos hombres de negro agarrando bruscamente a mi madre por los brazos.

Sin ni siquiera pensármelo 2 veces corrí hacia donde estaban mi madre y sus raptores con la intención de tomarla de vuelta.

- ¡Hijos de puta!

A aproximadamente 2 pasos antes de llegar salte y puse mi puño en posición de ataque, estaba seguro que lograría asestarle un buen golpe y tomar a mi madre de vuelta, pero, todo lo contrario, mientras todavía estaba en el aire uno de los hombres de negro abalanzo su pierna hacia mí y me dio una potente patada en el estómago, de lleno.

-Puagh

La potencia del golpe fue tanta que el impulso causado por este me mando volando nuevamente hacia las escaleras, luego que mi espalda chocara contra el borde de los escalones sentí un "Crack" y luego del sonido un inmenso dolor en los costados, seguramente se me había roto alguna de las costillas.

-Agggghhhh!!!-Me retorcía en el piso mientras gritaba de dolor-

Inmediatamente trate de ponerme en pie, pero mientras lo intentaba el hombre de negro se aproximó a mí y sin siquiera dudarlo me empezó a pisotear y patear sin descanso.

-Ough! Agh! Augh!

Cada segunda era agonizante en sí, me dolía todo el cuerpo y a cada golpe sentía como mis brazos, piernas y mi vertebra, se iban separando y quebrando, incluso pensaba que me iba a matar, pero en un intento por detenerlo mi madre lo agarró por el hombro.

-Ya basta, por favor, esto no tiene nada que ver con ellos.

Al escuchar las palabras de mi madre, el hombre dejo de patearme y nuevamente la agarro por el brazo, después de eso los 3 cruzaron la puerta y se detuvieron un momento, en ese instante mi madre volteo hacia atrás, mientras yo yacía en el suelo, moribundo.

-Riochiro, cuida de tu hermana y recuerda siempre cumplir la promesa que hiciste con papá

Se quedo unos segundos mirándome y yo a ella, pero el enfoque de mi vista no estaba estable, así que de un momento a otro se me nublaba la vista con la frecuencia de un parpadeo. Pero incluso así, antes de que mi mamá voltease de nuevo, vi una lagrima correr por su cara.

"Los matare..."-Entro en mi cabeza ese pensamiento-"Me vengare..."

Mi parpado tapo mi campo de visión y de un momento a otro perdí la conciencia, pero incluso en ese estado lamentable, yo todavía seguía repitiendo esa línea de odio, mientras tenía una sensación parecida a cuando se te quema el cerebro.

"LOS MATARE"

De repente dejé de pensar y decidí dejar descansar mi conciencia en la inmensidad del negro que rodeaba mi visión.

"Que irracional y doloroso fue aquel día, como se me pudo ocurrir atacar de lleno a unas personas que eran más grandes y fuertes que yo, si eso hubiera sido una pelea de verdad, seguramente estuviera muerto ahora mismo ¿Que hubiera podido hacer un niño en esa situación?"

"Pero incluso con ese pensamiento en mente, hubiera hecho lo mismo. Nadie se quedaría viendo cómo se llevan a su madre, incluso si la odiases o fueses un cobarde, no te quedarías de brazos cruzados y eso te lo puedo asegurar a experiencia propia"

Parte 4

Desperté al sentir unas gotas de líquido caer sobre mi rostro, no era una manera tan seguida como las de la lluvia y si estuviera debajo de un grifo o una ducha estaría completamente mojado.

Abrí los ojos con suavidad y frente a mí se encontraba el rostro afligido de mi hermana menor, ella hacia pucheros de una manera brusca y sus ojos estaban llenos de lágrimas las cuales corrían por su cara hasta llegar a sus mejillas y de ese lugar se vertían sobre mi cara.

-Hermano...*Snif* E-e-estas vivo...

Su línea me pareció un poco insólita, pero dado al estado en el que me había dejado la golpiza de aquel hombre, no me extrañaba que me dijera eso tan directamente.

- ¿Que dices, claro que tengo que estar vivo, sino como te las arreglarías tú?

-Si...-dijo desanimadamente- Se llevaron a Mamá y yo pensaba que tu ibas a morir, al igual que...-se quedó mencionando la "e" mientras se esforzaba por completar la frase sin llorar-

-Si, no hace falta que lo digas... Recuerda, esas cosas se quedaron atrás, nosotros debemos de avanzar.

-Hermano... ¡Me sorprende que todavía puedas estar tan tranquilo, se llevaron a mamá… SE LA LLEVARON!

Su llanto se intensifico y Kyouka comenzó a frotar sus ojos desventuradamente, tratando de secarse las lágrimas, pero era inútil ya que continuaban saliendo a chorros de sus ojos. La abrase alrededor del cuello y presione su cabeza en mi pecho, aunque sea para que se pudiera aferrar a él, pero, aun así, me dolía cada quejido de Kyouka en el pecho, tanto que estoy seguro que compartía su mismo dolor.

Por otra parte, yo estaba tranquilo ya que al ver a mi hermana en ese estado me acorde de 2 cosas muy importante.

La primera hizo que la última frase de mi madre resonara por mi cabeza seguidamente, así como una melodía pegadiza. "Recuerda la promesa con tu padre"

Era verdad, si yo me quebraba y empezaba a llorar enfrente de mi hermana en ese preciso momento, yo la desesperaría, incluso su llanto no iba a ser suficiente como para calmarla, incluso después de que se calmase, ambos viviríamos con el inevitable miedo de salir de nuestra casa gracias a los hombres de negro, no estaría de acuerdo con eso ni, aunque me cortase los pies a voluntad.

La segunda... Digamos que es difícil de explicar debido a que no les trasmitiría todo mi sentir en varias palabras, pero pongámoslo así;

Al recordar que mi madre fue secuestrada delante de mis ojos y yo no poder hacer nada al respecto, al ver el llanto ahogado de mi madre mientras esos hombres se la llevaban, al ver que, gracias a eso, incluso mi hermana está en ese estado tan lamentable gracias a ese incidente, incluso pensando que sería la última lagrima que vería de parte de mi madre o de mi hermana. Era mi deber hacerlas felices a ellas dos, no, hasta diría que era la 1era promesa que me hice a mí mismo. Y tenía que venir alguien a joderlo todo.

En ese momento miré hacia la puerta y sentí una sensación que comía por dentro, así como las llamas comen completamente a la leña, sentí Ira.