Después de terminar de cambiarme la ropa, debido a que estaba sudada por el entrenamiento, me puse al lado de Riochiro, el cual estaba sentado en una de las sillas de la mesa que habíamos sacado hace un rato.
Me dirigió la mirada, mientras arrastraba una segunda silla para sentarme al lado suyo.
—¿Y bien? ¿Que opinas al respecto sobre mi nuevo estilo de combate?
—Es efectivo, sin duda—Dije mientras me sentaba lentamente en la silla— "Aunque le faltan aristas por pulir, le veo mucho potencial."
Riochiro soltó una risita mientras se rascaba la parte de atrás de la nuca, sonrojado.
—Me alegra que me alagues, estuve practicando por la noche antes de dormir. Fueron horas y horas de entrenamiento y de repasar los fundamentos que me diste.
Me miro directamente hacia los ojos, haciendo que naturalmente, mi mirada se posara en los suyos de igual manera.
—Todo fue gracias a ti Maestra Rikka, muchas gracias—Dijo mientras me dedicaba una sonrisa encantadora.—
A este punto ya me había acostumbrado a las sonrritsitas de Riochiro y a su hipnotizate mirada, pero cuando él creaba un momento a si de intimo y sincero entre los dos, se me hacia difícil no sonrojarme aunque sea un poquito.
Rápidamente mire hacia otro lado y entonces Riochiro se quedo callado, la conversación se apago por algunos instantes hasta que Riochiro la continuo con un bombazo.
—Maestra... ¿Te puedo predir un favor?—Pregunto en voz ronca.—
—Depende ¿Que es lo que deseas?—Dije mientras mantenia mi mirada hacia otro sitio.—
—Mañana es Domingo ¿verdad?
Una pregunta insólita para alguien que tenia tallado en una losa los días que había pasado entrenando, estaba claro que solo era para confirmar, de todas maneras.
—Si, es Domingo ¿A que viene la pregunta?
—Necesito que le digas al señor Yamagushi que me haga un a evaluación de SEH.
En ese momento me quede paralizada por la petición de muchacho albino. O sea, una evaluación de SEH. Repito: UNA EVALUACIÓN DE SEH.
Esto consiste mas o menos como un examen de ADN, pero en vez de detectarte alguna enfermedad, lo que perimetra es la cantidad de genes que tienes evolucionados en la sangre, para ver cuando va a empezar a manifestarse un "Despertar".
Sabia que tarde o temprano le teníamos que hacer una Riochiro, pero esperaba hacer los resultados cuando él terminara sus entrenamientos. ¿Pero que debo hacer si me lo pide de una manera tan directa?
Claramente no puedo negarme, así que si, acepte consultar al Doctor Yamagushi sobre si podía venir al día siguiente con un test de SEH.
2 de Noviembre (3er año)
Al día siguiente, a eso de las 6:00 a.m el Dr Yamagushi ya estaba frente a las puertas de la mansión, con su característico traje formal, su sombrero de copa y si íconica maleta donde llevaba todos sus utelincilios medicos.
Nota del Abuelo: Y mira tu si es "íconica" nunca lo he visto desprenderse de esa maleta ni por un segundo en todos los años que llevamos de amistad.
Guié al Dr Yamagushi por el laberinto, como siempre suelo hacer, hasta que llegamos al centro, en el medio de todo ese cuadrante de piedra se encontraba Riochiro, meditando.
El día anterior le dije que tenia que ayunar, al parecer busco algunos métodos efectivos para entretener su mente de las necesidades de su cuerpo.
Aunque tenia mucho que aprender ya que al momento siguiente su estomago gruñó con fuerza y el se retorció en el piso mientras se apretaba la parte superior del abdomen.
—Ay ay ay ay—Se quejaba.—
—Bien jovencito—Dijo el doctor Yamagushi— Hagamos esto rápido para que puedas retomar tu alimentación.
El Dr Yamagushi se acercó a Riochiro mientras abría su maleta, una vez al lado del niño albino, el doctor apoyó su maleta en el piso y de ahí saco una especie de capsula blanco, con una pantalla en los lados y una aguja en una de sus puntas.
Insertó la punta con la aguja rápidamente en uno de los brazos de Riochiro, tomándolo inadvertido, lo que hizo que el muchacho de ojos vampirescos saltara de la sorpresa de el pequeño pinchazo que sentía en su brazo derecho.
Antes de que Riochiro pudiera terminar de reaccionar, el doctor saco rápidamente la aguja de su brazo y tomo entre sus dos manos la capsula blanca que había retirado del brazo de Riochiro.
Unos números empezaron a salir de la pantalla de la capsula, el Dr Yamagushi los miraba atentamente con el ceño arduamente fruncido.
Una vez los números dejaron de salir, la capsula pitó y con una tonalidad roja, la pantalla empezó a parpadear.
El doctor se frotó las cienes y se quedo un rato en silencio. Eso era malo. Si el medico de la familia parecía atormentado por algo, el resultado de esa prueba no debe ser nada bueno.
Dirigio su mirada hacia mi con una expresión un tanto nerviosa, aunque seria y firme.
—¿Quieres que el chico oiga los resultados o te los digo en privado?
Preocupada, miré a Riochiro, quien también ahora me miraba a mi. Normalmente le diría que me diga los resultados del examen, pero el semblante que dejaba ver Riochiro, era uno de estar decidido a escuchar el resultado, fuese el que fuese.
No lo podía traicionar su confianza en mi.
—Puedes decir los resultados delante de nosotros dos.
Yamagushi me clavo la mirada mientras sudaba frio, era como si la situación de Riochiro fuese así de grave, tanto o mas que un cáncer.
—¿Estas segura?—Dijo con voz ronca—
—Claro—Dije sin dudar, aunque en el fondo estaba demasiado tensa por la reacción que había tenido aquel señor.—
Entonces empezó a explicar.
Resulta que la situación de Riochiro es mas grave de lo que pude haberme imaginado, aunque ya me iba figurando de que era algo así.
Resulta que Riochiro tiene un "Gen Recesivo" el cual bloquea la activación de poderes en su ADN. Aunque este gen no presenta síntomas visibles, impide que cualquier tipo de Skill se manifieste. En la antigüedad, este gen se consideraba una protección natural contra los efectos adversos de tener poderes, algo así como los intensos dolores y espasmos que sufre tu cuerpo a la hora de "Despertar".
Resulta que todos tenemos este "Gen Recesivo" en la sangre, en pequeñas cantidades, si no lo tuviéramos, entonces a la hora de despertar, nos moriríamos del dolor. Pero resulta que Riochiro lo tiene en exceso en la sangre, por lo que su cuerpo confunde a este gen como compuesto principal de su ADN.
El es un "Anómalo".
Lo que quiere decir, en otras palabras, que él nunca tendrá ninguna Skill...
Cuando escuche esta información, no pude evitar que algunas lagrimas se me salieran de mis ojos, mientras que el Dr Yamagushi simplemente miraba con desánimos hacia el suelo.
En nuestra sociedad, las personas que no tienen poderes se les margina y se les priva de la mayoría de oportunidades que los Skillers si tenemos. No obstante a eso, la mayoría de la población los trata como escoria o estorbos y son discriminados.
Se han creado varias leyes de moral para conservar la igualdad entre Skillers y no Skillers, pero no es mas que leyes formales, actualmente, cualquier caso de acoso hacia los No Skillers no es tan duramente castigado, no como debe serlo.
El Dr Yamagushi se retiró del lugar, cabizbajo después de darnos las malas noticias y simplemente camino hacia la salida del laberinto el solo, mientras tanto yo me quedé con Riochiro. Aunque no era capaz de mirarlo a la cara, no quería.
Por fin estaba mejorando su estado de animo, por fin estaba avanzando en hacerse mas fuerte y ahora le llega esta noticia. Minímamente debe ser devastador para él.
—Maestra Rikka.—Me llamó Riochiro mientras me tocaba el hombro izquierdo, su voz sonaba extrañamente... ¿Despreocupada?—
Sorprendida, mire hacia el niño albino y cuando vi su expresión mis pupilas se dilataron de la sorpresa. Riochiro estaba como si nada hubiese pasado aquí, simplemente mantenía una expresión neutral, casi impecable y brillante.
—¿Puedo ir ya a desayunar? El hambre me esta matando.
Riochiro me dio la espalda y abrió la puerta de su habitación, sacando las mesas y las sillas por el mismo, posicionándolas mas o menos en el centro de el cuadrante de piedra.
—Estare esperando mi comida aquí, no quiero empezar el entrenamiento de hoy con el estomago vació.—Menciono calmadamente para después dedicarme una brillante sonrisa.—
Gire mi espalda y con cierto disimulo en mi voz le mencione:
—Ahora vengo.
Empecé a caminar para salir del laberinto y buscar su comida, aunque su reacción me deja pensativa.
¿Riochiro sabe lo que le espera por no tener poderes? Claro que si, en las clases de ética y moral le enseñe varias cosas, entre esas, como trataba la sociedad a los Anómalos.
¿Entonces por que no se ve afectado por ello?
Después de un rato le traje el desayuno y me puse a tomar té sentada con él en la mesa, el chico albino tragaba como animal hambriento, no parecía haber perdido el apetito.
—Riochiro ¿No estas triste por lo que el Dr Yamagushi te dijo?
Riochiro dejó de tragar como un loco y tragó lo que estaba masticando para luego tomar algo de aliento.
—La verdad... Estoy un poco desesperanzado por la revelación...
—Entonces-
—Pero, por fin sé lo que pasa conmigo, ya no tengo que estar en el silencio de la duda. No saber si podía despertar una Skill o esperar a que cada noche llegara un "Despertar" así de repente como le pasó a mi hermana, me hacia carcomerme la cabeza con falsas esperanzas.—Tomo una pausa meditativa y siguió con su monologo— "Ahora que se la realidad, solo tengo que enfrentarla, es así de facil. Lo mismo pasó cuando recien capturaban a mi madre y ustedes me encerraron aquí en este lugar."
"Los sucesos pasaron tan rápidos que nunca me dieron tiempo a digerirlos, por eso, los primeros meses, hasta hace poco, los pasé en amargura, pero fue gracias a los consejos del Viejo Ryugamine y a las charlas con el señor Kawashima, que pude levantarme y tomar las cosas con mas ligereza. Ahora se que tan fuerte me puedo hacer."
Dirigio una intensa mirada hacia mi, sus ojos ardían en una determinación que nunca había visto en nadie, el brillo escarlata que emanaba de lo mas profundo de su mirada empezó a centellar en mi mirada.
—Dentro de un par de años me volveré un "super humano" y tu me ayudaras ¿Verdad?—Dijo mientras lanzaba una sonrisa confiada.—
Una extraña mezcla de mis sentimientos empezaron a brotar de mi cabeza, no sabia con que sentir identificarme. Mi corazón latía rápido y mis ojos se negaban a dejar de mirar su magnánima figura, pero a la misma vez quería mirar hacia otro lado, también quería reírme de tanta dicha que sentía, pero también sentía orgullo, un profundo orgullo.
De alguna forma, su manera de actuar, su sonrisa y su mirada confiada y decidida, me recordaron tanto a ti, abuelo, como a mi padre.
En todos estos años, a lo mejor era porque había estado día a día al lado de Riochiro, pero no había notado tanto sus cambios hasta ahora.
Su figura que con tanto esfuerzo había entrenado y ejercitado, su cara cambiada y aunque con rasgos femeninos, algunos rasgos de un verdadero hombre se asomaban por su rostro. ¿Acaso tampoco había notado de que el era mas alto que yo?
No supe que decir, solo me quede estupefacta ante tal escena. Nunca había visto a alguien con tan alto nivel de optimismo en mi vida, mucho menos me lo esperaba de Riochiro.
—Maestra Rikka, te tengo que pedir un favor.
Rápidamente la voz de Riochiro me bajo de las nubes y me puso los pies en la tierra. Con cierto nivel de desconcierto y confusión lo mire y le dije.
—Si, claro. Dime.
Se agacho a la altura de mi cara y luego me miro directamente a los ojos, aunque estaba demasiado cerca de mi para mi gusto, así que me aparte un poquito.
—Para el entrenamiento de combate de hoy necesito queeeee...—Riochiro dudo un poco antes de decirme lo que iba a decir.—
— ¿"Queeeeeeee..."? —Le seguí la frase para ver si se apresuraba en decirla, tenerlo cerca de mi me hacia estar muy nerviosa.—
—Quiero que me ataques usando tu Skill.
—¿Perdón?
Oh, no. Aquí vamos de nuevo