Capitulo 7: Culpa

"Una vez, tal vez en mi vida número quinientos, tuve un hijo. Lo adoraba con todo mi corazón, sin embargo, le fallé."

"Intenté vivir una vida normal, alejado de toda la mierda con la que lidio normalmente, lejos de las anomalías, la locura, del general."

"Tuve una esposa, un hijo, un trabajo normal. Lamentablemente, mi esposa murió debido a una enfermedad rara e incurable. A causa de eso, tuve que trabajar más duro para sacar adelante a mi hijo, ya que mi esposa también trabajaba y entre los dos manteníamos económicamente a la familia."

"No pasaba mucho tiempo en mi casa, ni compartía momentos con mi hijo. Él me buscaba, con esa sonrisa que tanto adoraba, pero siempre ponía una excusa, diciendo que estaba cansado o que luego jugaríamos o iríamos a tal lugar. Evidentemente, eso era mentira."

"Gradualmente, la sonrisa de mi hijo fue perdiendo su brillo y él dejó de buscarme, supongo que se había resignado a buscar mi atención. Noté que él se volvió más y más frío. A veces notaba sus ojos rojos, pero yo siempre lo ignoraba, me mentía a mi mismo diciendo que era algo normal, por la adolescencia tal vez."

"Una día, antes de irme al trabajo, lo escuché llorando, pero nuevamente, lo ignoré ya que iba tarde a la oficina y para mí no era raro, o eso era lo que me decía."

"Ese mismo día, cuando regresé del trabajo, la casa estaba completamente en silencio, sin indicio de ningún tipo de actividad, me pareció raro y empecé a gritar el nombre de mi hijo; no respondió. Esto me preocupó en extremo y empecé a buscar por toda la casa pero no lo encontré, hasta que llegué a su habitación."

"La puerta estaba con seguro y tuve que derribarla tumbando la perilla, cuando por fin pude ver dentro, vi una escena inolvidable. El cuerpo de mi hijo estaba recostado sobre su mesa teñida de rojo, su materia cerebral estaba regada por todos lados y a su lado, descansaba un revólver. Aún había lágrimas secándose por sus mejillas."

"Me quedé viendo la escena durante un tiempo incalculable, aturdido sin que mi cerebro pudiera o quisiera procesar lo que estaba viendo."

"Después de no sé cuanto tiempo, salí de mi trance y me acerqué a él. Lo abracé sin pensar en nada y sequé las lágrimas de su rostro."

"Luego de eso, lo enterré y organicé su funeral; como no teníamos más familiares, yo fui el único que asistió, aunque me sorprendió el que ninguno de sus amigos fuera."

"Intenté seguir viviendo normalmente, de vuelta poniendo excusas, diciéndome a mi mismo que eso no fue mi culpa, que yo no tuve nada que ver con su decisión, que yo tenía mis propios problemas y no podía resolver todo."

"Me menti así durante un tiempo, hasta que un día, ya no pude mantener esa fachada. Mientras estaba comiendo, las lágrimas empezaron a rodar por mi rostro."

"¿Por qué ignoré las emociones de mi hijo? ¿Por qué no estuve a su lado? ¿Por qué no lo abracé y le pregunté cómo se sentía? ¿Por qué mentí durante tanto tiempo? Esas y más preguntas empezaron a rondar en mi cabeza, repitiéndose una y otra vez mientras la culpa me carcomia."

"En un pequeño lapso de tiempo en el que volvió mi lucidez, otras preguntas surgieron en mi mente: ¿cómo era posible que yo fuera el unico que asistió a su funeral? Mi hijo, la persona más amable y brillante que conocía, ¿no tenía ninguna persona que lo acompañase en los duros problemas que tenía? Por supuesto, aparte de mí...."

"Después de pensarlo un poco, ya muy tarde, empecé a buscar entre la vida de mi hijo."

"Descubrí que todos sus amigos se habían alejado de él, ya que se empezó a difundir un rumor acerca de que el abusó de su novia, obviamente esto era falso. Su misma novia había puesto en marcha esto, solamente porque quería dejarlo y no sabía como hacerlo, sumado a que quería dejarlo lo más herido posible."

"La ira me consumió en ese momento. Quería hacer pagar a su ex novia y a todos sus amigos, ¿cómo es posible que ellos pudieran lastimar a mi hijo? Él siempre ayudó a todos en todo lo que podía, nunca trató mal a nadie, incluso si ellos lo querían herir. Estaba apunto de salir y empezar una masacre, pero un pensamiento cruzó mi mente."

"¿Cómo podía ser así de hipócrita? Yo fui la primera persona que se alejó de él, por ese mismo motivo no me había hablado de nada de esto, tal vez, si lo hubiera hecho, estaría vivo. Había vuelto a intentar evitar mi culpa y responsabilidad."

"En lugar de hacer algo que probablemente dejaría las cosas peor para su imagen posterior, decidí limpiar su nombre y por lo menos, arreglar algo, aunque fuera muy tarde. Hablé con sus amigos y les mostré pruebas de que todos los rumores eran falsos y él era inocente."

"(El cómo conseguí dichas pruebas es otro tema.) Aún con eso, la ira no desaparecía de mi pecho, en vez de eso, crecía con cada segundo, hasta que ya no pude reprimirla. Fui hasta donde vivía su ex novia y desde lejos, le implante una señal psicológica de locura, que quiere decir, la volví completamente loca, alejando a todos a su alrededor y viviendo condenada al aislamiento."

"Pese a esto, la rabia no desapareció. Pero esta vez, estaba furioso conmigo mismo.

Nuevamente, intentaba evitar la culpa."

"Empecé a escribirle una carta a mi hijo. Fui a su tumba con la carta y una barra de chocolate en mano. Esta última le encantaba."

"Me quedé viendo su sepulcro durante un largo tiempo, con los ojos completamente secos de tanto llorar. Mi mirada se apartó de su tumba y se dirigió a un árbol que estaba cerca de ahí."

"Dejé la carta y la barra de chocolate en la lápida, mientras me acercaba al árbol y sacaba una soga de la nada. La empecé a atar, formando un nudo. No podía seguir viviendo con la culpa que me atormentaba a cada segundo."

"Antes de acabar con todo, le eché una última mirada a su lápida y le dije unas palabras que habían estado atoradas en mi garganta durante mucho tiempo."

"Perdóname, hijo."

"Dicho eso, puse la soga sobre mi cuello y tiré de ella; le puse fin a mi vida."

"La carta que le escribí decía:"

"Hola, hijo.

Espero que te encuentres bien dónde quieras que estés, y si de alguna forma llegas a leer esto, quiero que sepas que te amo. No puedo decirte que lo siento, ya que por más que pidiera perdón mil veces no bastaría para compensar el daño que te hecho, en lugar de eso, quiero decirte que te extraño. Extraño tu sonrisa, extraño tu emoción cada vez que te daba tu barra de chocolate favorita, extraño como me intentabas animar cuando veías que me sentía mal, te extraño, hijo. Yo nunca pude hacer ni la mitad de lo que hacías tú, no pude estar a tu lado apoyándote como lo haría un buen padre. Por eso mismo, he decidido que ya no escaparé más, afrontaré las consecuencias de mis acciones, intentaré enmedar algo aunque ya esté roto. No pude acompañarte en vida, ahora intentaré acompañarte en la muerte.

Con eterno amor: papá."