En medio de un bosque desolado, dos figuras estaban agachadas, aparentemente buscando algo.
"Oiga, ¿está seguro de que así se deben de buscar las pistas?
"Tú solo sigue buscando."
"Pero ya hemos buscado durante horas y aún no hay pistas de lo que usted dice ser la evidencia, además, tal vez puede que ni siquiera exista y usted se haya equivocado con respecto a su suposición."
"Yo desde hace un tiempo ya no me equivoco."
"Eso es bastante arrogante para alguien que carga con el peso en la consciencia de sus errores."
"El que haya cometido errores en el pasado no significa que ahora también lo haga, uno siempre puede recapacitar, aunque el peso sobre los hombros aún siga bastante presente."
"Mira, ya lo encontré."
Caín levantó de entre las hojas que estaban dispersas un objeto con tejidos plateados que se entrelazaban unos con otros.
Envuelto en esos tejidos se encontraba una figura humana que pintaba sobre un cuadro en blanco un cuchillo negro atravesando un corazón gris teñido con toques marrón oscuro.
"¿Es eso? Se ve bastante extraño."
"Es que cada una de las cosas en el objeto explica algo. Siéntate, el día de hoy seré tu profesor." Caín hizo el gesto de agarrar del aire y sacó una pizarra, una tiza, un pupitre y una botella de agua.
"¿Es enserio esto? Además, ¿por que pagó por los productos en la tienda si podía sacarlos cuando quisiera del aire?" Edward levantó una ceja.
"Nunca bromeo con estas cosas. Y pagué por los productos ya que me daba pena que te despidieran, aunque de igual forma terminaste saliendo de ahí. Muy bien, ¡comencemos con la clase de hoy!"
Caín comenzó a dibujar algo en la pizarra mientras Edward se sentaba en el pupitre de mala gana.
"Para empezar, vamos con los tejidos. ¿Recuerdas lo qué te dije acerca del pasillo de los deambulantes?" Caín señaló los tejidos que había dibujado en la pizarra.
"Sí, lo recuerdo bien."
"Bien, pues a esos tejidos se les llama la tela del punto y final. Es una representación de los pasillos infinitos que se conectan unos con otros en la que las almas vagan de manera perpetua sin posibilidad de escape."
"¿Pero por qué se representan de esa forma? ¿de dónde salen los tejidos?" Edward parecía un estudiante realmente atento a la clase.
"Pues, a ciencia cierta no se sabe. Sin embargo, esta es una teoría mía."
Caín dibujó a una figura masculina abrazando a un joven adolescente, una nota con garabatos escritos dentro y al hombre recitando lo que decía la nota.
"Bien, estoy seguro de que recordarás la historia de mi hijo que te conté antes, y también estoy seguro de que te preguntarás como saco los objetos del aire."
"¿Sí...?" Edward no tenía muy claro hacia donde quería llegar el hombre.
"Pues bien, pongamos de ejemplo la pelea con el general, en esa batalla habrás visto que recite un poema. Pues ese poema fue escrito por mí después de la vida en la que perdí a mi esposa, Amara."
"Ese poema agarró poder gracias a las experiencias que viví en esa vida."
Edward mostró una expresión de confusión.
"Para ponértelo más fácil, te lo mostraré con los dibujos."
Caín repitió el gesto de agarrar un objeto del aire y sacó una pequeña tabla de madera con la que señaló el dibujo del hombre adulto abrazando a un joven adolescente.
"Este soy yo, abrazando a mi hijo después de su deceso."
Caín volvió a señalar con la tabla de madera el segundo dibujo dispuesto en orden.
"Este es el poema que le escribí a mi hijo."
Caín señaló con la tabla de madera el último dibujo.
"Y por último, este soy yo, recitando el poema que le escribí a mi hijo. ¿Puedes ver alguna conexión entre los tres dibujos?"
"Mmm, ¿qué todos pertenecen a una misma situación?"
"Exacto, ahora dime, ¿cuál es el significado de esa situación?"
"La muerte de su hijo..." Edward puso una mano sobre su barbilla reflexionando sobre algo.
"Muy bien, entonces, ¿recuerdas lo qué te dije al principio?"
"¿Qué las personas pueden recapacitar sobre sus errores?"
"No, eso no. Por favor para, no es gracioso."
Realmente no estaba bromeando...
Edward creía que esa reflexión tenía algo que ver con lo que estaba intentando explicar el hombre.
Caín vio la expresión pensativa del joven e hizo una mueca de exasperación.
"El poema que le escribí a Amara, Edward."
"Ahhhh..." Edward pareció por fin comprender algo.
"Debes poner más atención en clases, reprobarás a este ritmo."
¿Él realmente no estaba bromeando acerca de ser un profesor?
"Bien, volviendo al tema, todo lo que tienen en común ambas situaciones es que poseen un significado. Pondré otro ejemplo para esto."
"Imagina que prestas dinero, sin embargo, la persona que te promete pagarlo no te firma un pagaré. ¿Realmente crees que esa persona pagará solo por qué te dio su palabra? No, esa declaración no tiene significado alguno ya que no está validado por nada."
"Espere, ¿usted sabe que es un pagaré?"
Edward creía que el hombre que decía haber vivido mil vidas en diferentes mundos parecía estar muy actualizado respecto al mundo en el que se encontraba.
"Una vez no firme un pagaré y digamos que tuve problemas con un banco que se regía bajo un sistema único. Los pagarés son omnipresentes y omnipotentes, Edward."
"Ya veo..." al joven le recorrió un escalofrío por la espalda de tan solo pensar en eso, él sabía muy bien lo que era estar parado en una mala posición económica y deber un pagaré.
"Creo que nos estamos alejando mucho del tema. El punto aquí es que si el poema que recite tuvo algún efecto real en la batalla y sobre el general, es porque tenía un significado."
"Si mis poderes funcionan, es porque antes tuvieron que haber experiencias y emociones que le dieron un significado. Por ejemplo, si recito un poema adaptado del que le escribí a mi hijo, tendrá algún efecto relacionado con eso."
"Sin embargo, si ahora mismo escribo un poema el cual carezca de algún significado y lo recito, simplemente estaré dando clases teatrales. ¿Entiendes?"
"Si, lo entiendo bien. Aunque, ¿por qué pasa esto?"
"Estás reprobado, Edward. Un buen alumno nunca cuestiona excesivamente a su maestro, debe de saber cuando hacerlo."
"¿Hay algún examen de recuperación?" Edward genuinamente estaba preocupado sobre su calificación.