Capítulo 33: Solo eres un perro

Pero cuando Xiao Zheng comenzó a cantar, los dejó boquiabiertos instantáneamente.

No solo su canto era increíblemente cautivador, sino que su cantonés también era excelente. Lo más importante, la emoción que transmitía al cantar añadía un toque de vicisitud desgastada por el tiempo más allá de la versión original, una sensación que parecía transportarlos a sus propias historias, incluso haciendo que Mo Anna recordara involuntariamente algunos recuerdos del pasado mientras escuchaba...

No fue hasta que el canto se detuvo que Mo Anna, quien había estado perdida en la música, volvió lentamente a sus sentidos.

—Xiao Zheng... esto... ¿realmente fuiste tú quien cantó?

Mo Anna estaba tan conmovida que casi lloró.

Uno podría imaginar las emociones que Xiao Zheng despertaba mientras cantaba.

Ella se encontraba entendiendo cada vez menos a Xiao Zheng; él parecía envuelto en un misterio indefinible.