Al otro lado, en el lugar de la actuación comercial, Chu Xiaoran estaba siendo entrevistada por varios medios de comunicación. Los reporteros estaban todos frenéticamente haciéndole preguntas, ansiosos por obtener la última primicia.
Chu Xiaoran se sentó por encima de ellos, respondiendo a sus preguntas con facilidad y llevando una sonrisa tenue en su rostro. Parecía tranquila y sin prisa, nada como alguien que hubiera convocado apresuradamente una rueda de prensa.
Xiao Zheng observó esta escena con un rastro de sorpresa porque, en sus ojos, Chu Xiaoran era generalmente una chica terca con una naturaleza juguetona.
Nunca había imaginado que Chu Xiaoran tuviera este lado.
Observando más de cerca, se podía ver que aunque la cara de Chu Xiaoran todavía retenía un rastro de inmadurez, cada uno de sus movimientos era maduro y sereno, exudando un encanto único.