—El Sr. Liu ha traído un regalo bastante significativo esta vez —dijo Yoshimasa Jubei con una sonrisa después de sentarse.
—Es solo un pequeño detalle. Mientras le guste al Jefe, eso es lo que importa —respondió el Sr. Liu con una sonrisa.
—Jeje, esto difícilmente es un pequeño detalle. El Rey Ginseng puede ayudar a las personas a superar sus límites y reponer su vitalidad. Para mí, su valor es incalculable.
La risa de Yoshimasa Jubei era ligera, su cara parecida a una cáscara de naranja temblando levemente, luciendo un poco extraña, incluso algo escalofriante.
Aunque sus palabras estaban llenas de elogios, no había ni rastro de admiración en su rostro; en cambio, transmitía una fría presencia.
—Sospecho que la intención del Sr. Liu al darme semejante regalo no es simplemente disculparse por eventos pasados.
La voz de Yoshimasa Jubei era fría mientras hablaba.