Smith estaba más que asombrado. Había escuchado de su maestro sobre un método de curación legendario que podía curar a los pacientes desde la raíz. Y lo que su maestro había descrito era sorprendentemente similar a la escena que se desarrollaba ante él ahora, casi idéntica.
Sin embargo, Smith no sabía que lo que se arremolinaba en la palma de Xiao Zheng era Qi de la Pandilla, una energía producida después de la evolución humana. Esta energía tenía un efecto de curación extremadamente poderoso en la mayoría de las enfermedades humanas, tanto que incluso la ciencia luchaba por explicarlo.
Poco después, el Qi de la Pandilla surgió, y Xiao Zheng retiró su mano. En ese momento, el semblante de Xiao Yun se había vuelto mucho más rosado. Anteriormente, había un pálido mortal en su cara, pero ahora había recuperado la vitalidad. Aunque todavía inconsciente, el cambio era claramente visible.
—Gracias, gracias, Sr. Xiao.