En la sala privada, cuando todos escucharon sobre la llegada de Xiang Lan'er, se interesaron en ella y sonrieron diciendo:
—Dado que tenemos tanta suerte, que ella venga y se nos una para tomar una copa.
—Jaja, estoy dispuesto a pagar cualquier cantidad para que ella venga —el pez gordo que acababa de recordar la identidad de Xiang Lan'er sonrió lascivamente.
Todos rieron con conocimiento.
Eran todos pesos pesados de lugares como Zhonghai y Jiangcheng, y esta reunión estaba destinada a fomentar relaciones para futuras colaboraciones de negocios.
Después de beber por un tiempo, los ánimos de todos estaban altos, y algunos incluso estaban borrachos, por lo que clamaron para que Xiang Lan'er viniera.
—Jajaja, dejen esta pequeña tarea para mí, solo una pequeña modelo, aunque tenga el título de modelo top, mientras haya dinero, ¿no es cualquier cosa que quiera que haga lo que ella hará? —Feng Lun reía con ganas.