Su Hermano La Defendió

La Reina ni siquiera consoló a Aria mientras continuaba, su voz retumbando en la cámara, su furia estaba apenas controlada. —¡Hubiera sido mejor si hubieras sido violada y asesinada! —espetó venenosamente, sus palabras cortaban a Aria como una cuchilla. La dura declaración hizo que el corazón de Aria se estremeciera, no de sorpresa, sino de una punzada de amarga familiaridad. Esto no era nuevo; ella siempre había conocido la falta de atención de sus padres, pero escuchar palabras tan crueles en voz alta era otra herida para su ya maltrecho espíritu.

Aria se estremeció pero mantuvo su compostura. Con los años, había aprendido a protegerse de sus palabras venenosas. Levantó un poco su barbilla, rehusándose a dejar caer sus lágrimas. Tal como pensé —reflexionó—, no les habría importado lo que me hubiera pasado. Fuera violada o asesinada, solo habría sido una leve inconveniencia para ellos.