Tortura (ligeramente 18+)

Sus muslos se contraían involuntariamente, su corazón latiendo descontroladamente en su pecho.

¿Qué le estaba pasando?

¿Por qué su cuerpo reaccionaba así?

La voz de Darío rompió su ensimismamiento.

—Mantén los ojos abiertos —ordenó.

El aliento de Aria se entrecortó.

Sabía que él le estaba hablando a la chica.

¿Pero por qué sentía como si esas palabras fueran dirigidas a ella?

El cuerpo de Aria temblaba violentamente, su espalda presionada contra la fría pared de madera mientras luchaba por silenciar sus respiraciones entrecortadas. Sus dedos se clavaban en la tela de su vestido, aferrándose a ella como si fuera lo único que la mantenía anclada.

Solo había cerrado sus ojos por unos minutos, intentando bloquear los sonidos lascivos que llenaban la habitación tenuemente iluminada. Pero no importaba cuánto lo intentara, el crujido rítmico de la cama, el chapoteo húmedo de piel contra piel, y los jadeos sin aliento que llenaban el aire se filtraban en su mente como un veneno.