Capítulo X: La maraña de mentiras
—¿¡Aria?!?
La voz aguda e incrédula hizo que el corazón de Aria se desplomara.
Sentada en el borde de la cama, enredada en sábanas de seda caras, no era otra que Selene Valtoria, su arrogante, insoportable y fastidiosa compañera de habitación de la academia.
Aria sintió que su cuerpo entero se tensaba. De todas las personas... ¿por qué tenía que ser ella?!
Su mirada se desvió hacia un lado, donde Darius estaba sentado, su camisa colgando holgadamente de su cuerpo tonificado, su expresión ilegible —excepto por la peligrosa diversión que danzaba en sus ojos dorados.
—¿Selene conocía a Darío?
Una realización la golpeó como un rayo.
La razón por la que Darius había estado observando a Selene el otro día... la tensión en el aire cuando él la miró fijamente... la forma en que Selene había desaparecido anoche solo para reaparecer aquí, en su cama...
Estaban involucrados.
—Oh, mierda.