Capítulo 99

Kimberly abrió los ojos lentamente, entrecerrándolos contra la luz del sol matutina que se filtraba en la habitación. Miró a su alrededor, sorprendida por la pura opulencia de su entorno.

La habitación estaba exquisitamente amueblada, con cortinas blancas y suaves ondulando gentilmente con la brisa de una ventana abierta.

Todo parecía impecable, pero cuando intentó levantarse, un dolor agudo le atravesó el cuerpo.

Moretones y dolores del calvario de la noche anterior le recordaban la lucha con Alpha Derrick.

Su corazón se aceleró mientras los recuerdos del encuentro le asaltaban. «¿Dónde estoy?», pensó, alarmada. Sus manos tocaron el suave tejido de seda del camisón que ahora llevaba. Alguien la había limpiado y vestido, pero los recuerdos del ataque de Derrick y su posterior rescate la atormentaban.