Capítulo 86

El dolor abrasador recorría mi cuerpo como si ardiera desde adentro hacia afuera. La oscuridad me rodeaba... espesa, sofocante e impenetrable.

Era diferente a cualquier cosa que hubiera experimentado. Mi voz temblaba de miedo al gritar en el vacío.

—¿Por qué estoy ardiendo? ¿Qué lugar es este? —grité, desesperación tejiendo mi voz.

—Estás en la Zona Condenada —respondió la voz ronca—, su tono sereno pero escalofriante. Aquí es donde residen el odio, el dolor, el arrepentimiento y la venganza. Necesitas experimentarlo.

El dolor era insoportable, y la ira comenzó a surgir dentro de mí. —¿Por qué me traerías aquí? —exigí, apretando los puños a pesar de la intensa incomodidad.

—Para entender la luz, primero se debe conocer la oscuridad. Así es como se ve el interior de alguien consumido por la amargura y la ira. Debes sentirlo para apreciar su contraste —explicó la voz.