La reacción de Scarlett Jennings hizo que todos en el equipo de producción adoptaran una expresión sutilmente congelada.
La transmisión en vivo cayó en un momento de silencio espeluznante.
Después de un buen rato, el primer comentario flotó en la pantalla.
—¿Ya lo sabía? ¿No lo sabía? —preguntó.
—¡Tenía que haberlo adivinado ya! —exclamó otro.
—Tal vez lo descubrió a través de la adivinación —comentó un tercero.
—Obviamente, ella ya lo sabía pero aún así actuó sorprendida, oh... ¡mi chica es tan encantadora! —escribió alguien más.
—Jajaja, estoy muriéndome de risa. El equipo ha estado insinuando esta revelación toda la mañana, ¡y ella ya lo sabía! —compartió otro espectador.
—Jajaja, ¿se asomó a la transmisión en vivo en el camino? —preguntó uno.
—Incluso viendo la transmisión en vivo, no lo habría sabido, a menos que la Dama de las Hadas no acabara de bajarse del coche, muchos espectadores no se habrían dado cuenta —analizó otro.