—¿Por qué menos tiempo?
—¡Tres días es la tradición!
Zhao levantó una mano para silenciar las protestas, sus marcas de búho brillando con una autoridad tranquila. —Como algunos de ustedes sabrán, tenemos un estudiante cuya bestia tiene... limitaciones particulares con la exposición prolongada a zonas de alta concentración de mana.
Todos los ojos se volvieron hacia Ren. Las setas en su cabello pulsaron débilmente, como confirmando las palabras del profesor. Su brillo habitual parecía de alguna manera más tenue bajo el peso de tantas miradas.
—¡No es justo! —alguien protestó desde el fondo de la multitud. —¿Por qué todos deberíamos perder medio día por el hongo?
—¡Sí, que él se quede atrás si no puede manejarlo!
La sonrisa de Jin se tornó maliciosa, sus marcas de tigre ondulando con cruel deleite. —O mejor aún, que venga y veremos cuánto realmente dura con esa bestia inútil.