Capítulo 85 - Domesticando las Profundidades - 2

Aquí, una línea de bestias de bronce reinaba suprema:

Los hongos pulsaban en advertencia cuando Ren detectó la primera huella: marcas de garras en las paredes, tan finas que parecían talladas con diamante. El conocimiento fluía revelando fragmentos sobre una nueva especie: los Asesinos Profundos.

Los Asesinos eran los verdaderos depredadores aquí.

Sus cuerpos, largos y segmentados pero con extremidades hiperarticuladas y alargadas, les permitían moverse a lo largo de las paredes y deslizarse por túneles estrechos, a la vez que estaban cubiertos de sensores de vibración que podían detectar el mínimo movimiento a través de la roca.

Sus cuerpos, de un negro mate que absorbía toda la luz, los hacían prácticamente invisibles en la oscuridad.

Pero lo más terrorífico era su probóscide.

«Como una espada de diamante», pensó Ren mientras examinaba una de las marcas.