—Y no me interesa secuestrar princesas tampoco —continuó Ren—. Ni a ti, ni a Luna cuando la veo con su cabello azul espiándome a veces...
—Oh —interrumpió Larissa, una pequeña sonrisa jugueteando en sus labios—. De hecho, Liora es la que siempre te espía. Luna solo te mira durante las clases.
—¡Mi señora! —protestaron los guardias—. No debería revelar…!
—Él está diciendo la verdad —Larissa los cortó—. Sobre todo. Se giró hacia Ren, curiosidad chispeando en sus ojos—. Entonces, ¿por qué estás aquí?
—Como dije, quería explorar. Sentí una energía extraña viniendo de aquí abajo y... —Ren se encogió de hombros, sus hombros pulsando suavemente—. Supongo que tengo curiosidad.
—¿Y atacaste a la princesa porque...? —uno de los guardias presionó, aunque su tono había perdido algo de su hostilidad.