El combate se había reducido a tres contra uno cuando Liora rescató a Maria. Luna, sintiendo que sus compañeros habían caído, ejecutó un salto espacial más amplio que los anteriores, reapareciendo en el extremo opuesto de la arena para ganar distancia.
—Parece que estoy en desventaja —declaró, su respiración entrecortada pero su postura todavía firme.
Larissa, Liora y Maria la rodearon, formando un triángulo perfecto.
—Puedes rendirte con honor —ofreció Larissa, aunque su tono sugería que no esperaba que Luna aceptara.
Una sonrisa desafiante apareció en el rostro de Luna.
—¿Y perder la oportunidad de derrotar a tres oponentes a la vez? Nunca.