Por un momento, pareció que el equipo Ala Gris estaba a punto de perder su ventaja tan duramente ganada.
La prisión de Min fue la primera en romperse bajo el asalto, fragmentos cristalinos esparciéndose por el suelo de la arena cuando la poderosa carga del armadillo conectó.
Liora se concentró por completo, preparándose para el momento en que Min emergiera de su escondite. Sus manos se tensaron, llamas azules parpadeando entre sus dedos mientras se preparaba para un ataque.
No solo eso, Larissa también sería liberada.
Pero entonces, Taro reveló su propio as bajo la manga.
Su bicho cazador se deslizó desde el suelo interceptando al armadillo. La criatura, hasta ahora usada principalmente para controlar formaciones, emergió completamente del suelo. Su cuerpo quitinoso brillaba mientras se posicionaba entre el armadillo y su objetivo.
Simultáneamente, Min no apareció...