Capítulo 367 - Política de Domesticación

—¿Cuáles fueron tus órdenes exactas? —preguntó Yang sin preámbulos, su imponente figura proyectando una larga sombra sobre los prisioneros.

El hombre con la araña, todavía aturdido, parpadeó varias veces antes de responder. —Simplemente... solo nos dijeron que lleváramos a los viejos. No sabíamos nada más. —Su voz vaciló, un delgado hilo de desesperación teñía sus palabras.

Ren, que se había acercado en silencio desde atrás, frunció el ceño. Los hongos en su cabello latían rítmicamente, sus ojos capturando las sutiles fluctuaciones en el mana del hombre.

—Está mintiendo —declaró con certeza.

Lin no necesitó más confirmación. Su mano se movió con velocidad sobrenatural, conectando una bofetada precisa que hizo que la cabeza del hombre se moviera violentamente hacia un lado. El sonido resonó agudamente en el espacio confinado del foso, un crujido nítido.