Lin se detuvo abruptamente en una gruesa rama, cambió a su grulla y se lanzó no hacia adelante, sino hacia atrás, directamente hacia Kieran, quien la perseguía a toda velocidad.
La maniobra fue tan inesperada que Kieran no tuvo tiempo de cambiar de dirección. Su impulso lo llevó hacia adelante como un misil mientras Lin pasaba por debajo de él, usando su impulso inverso para agarrar sus piernas transformadas mientras pasaba.
El peso adicional y el cambio repentino de trayectoria hicieron que Kieran perdiera el control de su vuelo por completo.
Era exactamente lo que Lin había estado esperando.
Ella, ahora en su forma de grulla, se elevó para patear a Kieran en el aire, y por primera vez en la batalla logró conectar un golpe sólido. Su pie, envuelto en energía bestial, impactó contra las costillas del volador con una fuerza devastadora, enviándolo a estrellarse contra el suelo en una espiral descontrolada.