Sirius no había recibido el mensaje sobre el comienzo de la batalla de parte de Selphira, sino de Julio.
Ella siempre era así con él... ignorándolo cuando él intentaba ser serio, tratándolo como a un niño a pesar de todo.
Incluso a pesar de que ella necesitaba el anillo que él llevaba para demostrar su máximo poder, parecía que siempre era reacia a darle responsabilidades mayores.
Esta vez no había sido la excepción.
El patrón era frustrantemente familiar. Selphira haría grandes pronunciamientos, emitiría amenazas dramáticas y luego procedería como si todos los demás fueran meros personajes secundarios en su drama personal.
Pero al menos Julio tenía gente prestando atención para advertirle en el momento en que Selphira se moviera. Ambos sabían que cualquier promesa que Selphira hiciera no sería en vano... cuando ella decía que tendría la cabeza de alguien, ese alguien acababa sin poder detener esa profecía.
Kharzan estaba muerto.