El Experto Misterioso (3)

—Aunque el Tío ha quedado lisiado, todavía puede sentir escalofríos ocasionalmente y sus tendones no están dañados, así que pensé que podría intentar tratarlo. También comí la semilla de loto, aunque con algo de incomodidad, mi cuerpo no tuvo una reacción como la del Tío. Me asustó que su veneno se activara, pero por suerte el Maestro me enseñó la forma de tratarlo.

Jun Wu Xie habló con calma, aunque su voz era un poco inmadura, sonaba muy creíble.

Este discurso fue pensado tras alguna deliberación para disimular el origen de la medicina.

Originalmente había querido fortalecer discretamente su constitución corporal, ¡quién iba a saber que la semilla de loto desencadenaría un incidente tan grande! Ahora tenía que encontrar una excusa plausible para encubrir sus habilidades médicas. Por lo tanto, el pequeño gato negro y ella habían estado discutiendo y finalmente se inventaron un Maestro. Atribuir todo a su misterioso maestro le facilitaría el camino libre de problemas futuros.

Después de escuchar su explicación, Jun Xian y Jun Qing estaban ambos en shock. No pensaban que Wu Xie reconocería a alguien como su Maestro.

Cuando ella regresó ese día, sus memorias fueron alteradas y todo lo que sabían era que su hermano la había traído de vuelta, sin embargo, los detalles no eran conocidos.

Su explicación pudo haber sonado un poco increíble, ¿qué clase de suerte tuvo para encontrarse con un experto así? Sin embargo, encajaba en todas las preguntas actuales que tenían en mente, como su cambio de personalidad y su interés en la medicina.

—Bueno, Wu Xie, ¿todas estas veces te encontraste con tu Maestro aquí en nuestro Palacio Lin? —Tenía una expresión facial extraña cuando se lo preguntó.

Jun Wu Xie asintió.

Jun Xian y Jun Qing intercambiaron miradas. Si uno miraba de cerca, incluso podrías ver sus cejas retorciéndose.

El Palacio Lin puede no parecer estar muy custodiado, sin embargo, hay una gran cantidad del Ejército Rui Lin que lo guarda en secreto en las sombras. Sin mencionar a los extraños, incluso cualquier animal, serían los primeros en saber si alguien traspasara en el Palacio Lin.

Sin embargo, esta vez, no habían escuchado nada en absoluto. Esto significaba que su Maestro era un experto que podía entrar y salir de esta fortaleza a voluntad mientras escapaba de la estricta red de vigilancia del Ejército Rui Lin. No dejó ni una sola pista.

Hacia este Maestro de ella estaban picados de curiosidad pero sabían que no les quería hacer daño o de lo contrario no la hubiera salvado y enseñado medicina también.

—Que tengas un Maestro así es una cosa afortunada. Ya que no quiere conocer a nadie, solo ayúdanos a expresar nuestra gratitud por toda su ayuda —De su vasta experiencia, Jun Xian dedujo que este Maestro de ella no quería involucrarse en asuntos mundanos y por lo tanto no insistió más.

Tener a este Maestro era bueno tanto para Wu Xie como para el Palacio Lin. Jun Xian estaba eufórico.

—Está bien —Ella respondió calmadamente mientras el gato negro en sus brazos le lanzaba una mirada de recelo y soltaba un pequeño maullido.

[Señora, te han desviado. ¡Has aprendido a mentir tan descaradamente!]