—¿Qué tan fuerte? —preguntó Jun Wu Xie, aún mirando el cielo nocturno.
Jun Wu Yao se rió:
—¿Qué tan fuerte quieres que sea?
—Suficientemente fuerte para matar a todas esas personas, ¿puedes hacerlo? —Jun Wu Xie finalmente se giró, sus claros ojos centelleaban con determinación.
Nadie entendería lo que ella sintió cuando vio esas miradas de impotencia y desesperación en Jun Xian y Jun Qing, y cuánto le había dolido.
Su familia, no debería vivir de forma tan comprometida.
Jun Wu Yao levantó una ceja, era la primera vez que Jun Wu Xie le pedía que matara a alguien y se sorprendió. Siempre había pensado que la niña no estaba demasiado interesada en él.
—Lo que anheles, no hay mucho que pueda detenerme —sonrió Jun Wu Yao.