—¿Qué? —dijo Jing Chunyu, casi rugiendo.
Se levantó de la silla de inmediato, mirando con el ceño fruncido a Jing Tianying.
Los ojos de Jing Chengye también estaban desorbitados. Incluso su aura se sentía diferente.
El hecho de que un guerrero hubiera alcanzado el Sexto Cielo no sería suficiente para sorprender a Jing Chunyu y Jing Chengye. Lo asombroso era la velocidad a la que Jing Yan había progresado; ¿solo estaba en el Tercer Cielo el mes anterior, y había ascendido al Sexto Cielo en un mes?
¿Cómo podía ser eso posible?
¡Eso era más que imposible! Incluso en el apogeo de su poder, Jing Yan nunca había hecho algo tan surreal. Subir un rango en un mes ya sería bastante impresionante, ni hablar de subir tres niveles seguidos.
—Cuarto Anciano, ¿estás seguro de esto? —preguntó Jing Chengye en voz baja mientras tomaba un profundo respiro.