Me lo llevo todo

A Jing Yan no le preocupaba la actitud de aquellas guerreras.

—Su Zixuan, no digas que nunca te damos oportunidades por ser novata. Hay un cliente aquí ahora mismo, y depende de ti asegurarte de que se cierre el trato.

—Hmph, solo llevas aquí tres días y ya tienes la oportunidad de hacer esto personalmente. Realmente deberías estar agradecida.

Las otras recepcionistas hablaban en voz baja con la mujer llamada Su Zixuan, quien vestía un vestido verde.

—Gracias, hermanas —dijo Su Zixuan mostrando una brillante sonrisa.

Ella era, en efecto, una novata de la Casa del Precioso. Contando ese día, solo llevaba trabajando en la tienda tres días.

Durante los últimos tres días, no había atendido a un solo cliente por sí misma. No era que no quisiera hacerlo; simplemente nunca había tenido la oportunidad.

Ahora, su primera oportunidad finalmente se había presentado.