Capítulo 114: Cosecha

—¡Alas del Cielo!

—¡Whoosh!

El cuerpo de Jing Yan desapareció repentinamente de su posición original, dejando solo una imagen residual.

La Pandilla Ran Hou tenía demasiados artistas marciales, y para resolver rápidamente la batalla, Jing Yan se vio obligado a usar las Alas del Cielo.

—¡Corte!

El martillo gigante negro, un arma invocada por Ran Hou, aulló hacia abajo en dirección a la imagen residual de Jing Yan.

En ese momento, los ojos de Ran Hou se iluminaron repentinamente; este golpe parecía más fácil de lo que había anticipado, careciendo de la poderosa resistencia que esperaba.

«¿Lo logré?», pensó Ran Hou.

Sin embargo, la alegría de Ran Hou duró solo un instante. En el siguiente latido, se dio cuenta de que algo andaba mal; su arma no sentía resistencia alguna.

La sensación de un martillo golpeando un cuerpo era inconfundiblemente diferente a golpear el aire.