El objetivo de Vivian iba mucho más allá de ser solo la «hermana» de Logan.
Los ojos de Selina brillaron con picardía. Se acercó a Logan y naturalmente deslizó su mano en la suya, su expresión volviéndose suave y recatada.
—Vivian, ¿por qué solo saludas a Logan? ¿No me viste parada aquí?
La sonrisa de Vivian se congeló en su rostro.
Selina se volvió hacia Logan con un gesto inocente de su cabeza.
—Logan, ¿tu hermana tiene mala memoria? ¿No le dijiste la última vez que me llamara cuñada? Pero parece que no lo recuerda.
La mirada de Logan se dirigió a Vivian, indiferente y distante.
—¿Escuchaste eso?
Vivian estaba furiosa.
Se había tomado toda esta molestia para encontrar a Logan, esperando actuar un poco más cercana a él, solo para encontrar a Selina pegada a él como una sanguijuela.
«¿Y ahora esta perra esperaba que la llamara cuñada? ¡¿Quién se creía que era?!», pensó.
La voz de Selina se volvió suave y lastimera.