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Unas horas más tarde, Logan llevó a Selina fuera del baño, su cuerpo flácido por el agotamiento, al borde del sueño.
Ella murmuró suavemente:
—No olvides... ajustar cuentas con la Familia Clark...
Los labios de Logan se curvaron en una leve sonrisa.
Aún quejándose mientras dormía—qué rencorosa.
Se inclinó y susurró:
—No te preocupes, Sra. Reid. Mañana, iré contigo a la Familia Clark. Hagamos que James también pierda el sueño.
Solo entonces Selina se tranquilizó, su respiración volviéndose regular.
Logan miró su teléfono, la arropó y salió silenciosamente de la habitación.
Incluso él tenía que admitirlo—había algo despreciable en lo que estaba haciendo.
Despreciando a la Familia Carter por un lado, pero necesitando su nombre para mantenerla a su lado.
Pero no importaba.
Ya sea que ella creyera que él era el heredero Carter, se casara con él por ese estatus, o tuviera alguna otra razón—no importaba.
Mientras ella se quedara.
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