—No tiene nada que ver conmigo. No necesito saberlo —se dijo Selina instintivamente mientras se obligaba a no girar la cabeza.
—¿Es que no te interesa preguntar, o no te atreves? —Jacob pareció ver a través de ella.
Una sutil diferencia en las palabras, pero un mundo de diferencia en el significado.
Si no le interesaba preguntar, significaba que no le importaba Logan en absoluto, indiferente a con quién estuviera.
Si no se atrevía, significaba que le importaba demasiado... tanto que temía escuchar la respuesta.
—No quiero oír nada que tenga que ver con Angelica —dijo Selina mientras fruncía levemente el ceño, negándose a caer en la trampa.
—Entonces... ¿te gusta Logan? —la sonrisa de Jacob se profundizó.
Selina estaba segura de que Jacob había sido enviado por el universo solo para molestarla. ¿Por qué siempre hacía el tipo de preguntas que no podía responder?
Al ver que permanecía en silencio, la mirada de Jacob vaciló, pero no insistió más.