Verdadera Suerte Tonta

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó con calma Selina al ver a un hombre de unos cincuenta años, refinado y amable, que se acercaba.

—Papá, ¿qué más podría ser? Estas dos mujeres están siendo irrazonables, insistiendo en tomar nuestra sala privada. Típicas cabezas huecas —se burló Kyle Morris.

—Señor Morris, ya he presentado pruebas de que reservé esta sala. ¿Dónde están las suyas? ¿O acaso la Familia Morris de la Ciudad H cree que solo por tener riqueza y poder pueden reescribir las reglas y torcer la verdad? —dijo Selina sin mostrar expresión.

La gente de los alrededores comenzó a lanzar miradas dudosas hacia Kyle. Era claro por la situación que la Familia Morris estaba equivocada—y sin embargo este heredero Morris...

—¡Te dije que te callaras! —espetó Kyle, furioso.