Una Invitada No Deseada

—Logan, cariño, la noche es larga y solitaria... ¿no te sientes un poco vacío? ¿Qué tal si nos... conectamos un poco? —la mujer ignoró por completo a Selina, su aliento cálido y coqueto.

Los ojos de Selina se entrecerraron lentamente.

Algo no cuadraba. Esta mujer no parecía ser solo una camarera sirviendo vino. Su presencia, su confianza, daba más la impresión de «heredera mimada» que de «personal de servicio».

Pero lo más importante era que estaba aquí, lo que significaba que tenía alguna conexión con Logan. Y ahora se le estaba insinuando descaradamente a la vista de todos...

—Logan, di algo. Estoy dispuesta a cualquier juego que quieras, yo... ¡ah! ¡Logan!

Logan la apartó casualmente sin siquiera mirarla. La mujer tropezó, cayendo en una pose exagerada, con el pecho medio expuesto y mordiéndose los labios, dándole a Selina una perfecta vista de sus intenciones.

Selina estaba oficialmente furiosa.

¿Esta tipa estaba ciega? ¿No la veía sentada justo aquí?