La persona al otro lado del teléfono permaneció en silencio durante mucho tiempo.
Justo cuando Gabriel estaba a punto de sudar en su frente, finalmente sonó la voz del hombre.
"Eres demasiado impulsivo, Gabriel."
La expresión de Gabriel se congeló y, inconscientemente, se disculpó: "Lo siento, tío, yo..."
"Pero no es del todo culpa tuya". Su tío dijo de inmediato: "La otra parte está preparada, incluso si no hiciste nada, no te dejarán escapar fácilmente".
Gabriel se sobresaltó, y estuvo en silencio por un tiempo antes de volver a sus sentidos.
"Tío, ¿estás diciendo que alguien había planeado todo esto?"
El tío de Gabriel no lo señaló directamente, pero le pidió que lo descifrara lentamente.
"¿Cómo vas a resolver este asunto?"
El tono del hombre era muy relajado, como si no tratara este incidente con seriedad.
"¿Cómo voy a resolverlo?"