Terrence Lentz es realmente muy guapo.
Y resultó encajar perfectamente con el gusto estético de Viola Thompson, así que, teniendo un prometido así, no parecía una pérdida en absoluto.
«Mi prometido es más guapo que él».
Esta frase, inexplicablemente, removió algo dentro del corazón de Terrence Lentz.
Una sensación extraña.
Una agitación que no podía describirse con palabras.
Terrence Lentz tomó su té de leche, bebió de un trago la suave bebida, su frescura calmando su inquietud.
Al otro lado de la mesa, Adam observaba silenciosamente a Viola Thompson.
Al igual que todos los demás.
La respuesta de Viola Thompson lo había tomado por sorpresa.
Viola Thompson tenía dieciocho años este año, actualmente estudiaba en la Escuela Preparatoria North Bridge, su futuro tenía infinitas posibilidades.
Si fuera cualquier otra persona, ciertamente nunca admitirían en público que ya tienen un prometido.
Pero Viola Thompson lo dijo francamente.
La conversación en la mesa vecina continuó.