—Puedes estar tranquila, definitivamente encontraremos a mi hermana pronto —dijo Sylvia Thompson sosteniendo firmemente la mano de Mary Perryne.
—Sí —Mary asiente.
Sylvia continuó:
—Por cierto, ¿dijiste que me estabas buscando por algo?
—En realidad no es gran cosa —dijo Mary Perryne entonces recordando el asunto en cuestión.
Hablando de esto, Mary dudó por un momento y eligió cuidadosamente sus palabras:
—Sylvia, ya eres una chica adulta. Como dice el dicho, un hijo adulto debe evitar a su madre, y una hija adulta debe evitar a su padre. En el futuro, cuando convivas con tus hermanos, tienes que ser más cuidadosa para no dar a otros la oportunidad de chismorrear y decir que nuestra familia no tiene buenos modales.
La Señora Thompson acababa de regañar a Sawyer Thompson.
Sawyer, siendo padre, no quería tener una conversación directa con Sylvia, así que envió a Mary en su lugar.
En este momento, Sawyer Thompson estaba en la habitación de Edward Thompson.