Porque una chica salió del coche.
Muy hermosa.
Un poco linda.
Y algo... como Viola Thompson.
—Mamá y Papá —Terrence Lentz se acercó a sus padres.
—Tío y Tía —Viola Thompson también los saludó.
Solo entonces Eleanor Armstrong reaccionó, mirando a Viola Thompson con ojos muy abiertos—. ¡Viola! ¡¿Cómo es que tú también has venido aquí?!
—Yo la traje —respondió Terrence Lentz.
—Ya sé todo sobre la situación. Tío y Tía, no se preocupen, déjenme la enfermedad del Patriarch Lentz a mí —continuó Viola Thompson.
Que Viola Thompson viniera a tratar al Patriarch Lentz era naturalmente motivo de alegría para ambos.
Pero Viola Thompson no debería haberse involucrado en estas aguas turbias.
—Terrence, no deberías haber traído a Viola aquí —Harlan Lentz miró a Terrence Lentz.
—Viola, la situación aquí es bastante complicada —explicó Eleanor Armstrong.
—No te preocupes, Tía, he entendido bastante bien toda la situación —Viola Thompson sonrió suavemente.