Samuel Thompson también había regresado fuera de la Sala de Operaciones.
—¿Dónde está Viola? —preguntaron inmediatamente Mary Perryne y Sawyer Thompson.
Samuel respondió:
—Dijo que estará aquí pronto.
—¿La has encontrado?
Para evitar preocupar a sus padres, Samuel Thompson solo asintió y dijo:
—Sí.
Al escuchar que Viola estaba bien, tanto Sawyer Thompson como Mary Perryne suspiraron aliviados.
Mientras tanto, dentro de la Sala de Operaciones.
La cirugía continuaba.
La atmósfera permanecía extremadamente tensa.
En ese momento, una voz llena de pánico resonó:
—¡Señorita Thompson, el corazón del paciente se ha detenido repentinamente!
¡Paro cardíaco!
Al escuchar esto, incluso los doctores alrededor de la mesa de operaciones no pudieron ocultar su sorpresa.
Sabían que era inevitable ya que el ritmo cardíaco de la Señora Thompson había estado disminuyendo, un paro cardíaco era solo cuestión de tiempo.
Sin embargo, Viola Thompson permaneció tranquila: