Al final de su discurso, los ojos de Brandon Thompson estaban ligeramente enrojecidos.
—Tenía doce años cuando mi hermana pequeña desapareció. La recuerdo increíblemente adorable, trayendo una cantidad sin precedentes de risas y alegría a nuestra familia. Pero, desafortunadamente... los buenos tiempos no duraron mucho.
Brandon no era típicamente muy hablador. Esta era la vez que más había hablado con una chica en su vida.
Pero no se sentía antinatural para él.
Al contrario, se sentía muy natural. Aunque la prueba de identificación entre padres e hijos aún no se había realizado, tenía la sensación de que esta persona era como su hermana pequeña perdida.
Al llegar a este punto de la conversación, Sylvia entendió la intención de Brandon.
Se volvió hacia Brandon, con un tono firme e inmutable:
—Entonces, hermano Thompson, ¿sospechas que soy Viola Thompson?